La luz es la clave para la visión. Los fotones emitidos por una fuente de luz rebotan en los objetos y, finalmente, llegan a tus ojos! Cuando un fotón llega al ojo pasa a través de la córnea transparente y luego a travé del lente que refracta y enfoca la luz hacia la retina, donde la luz es detectada selectivamente y absorbida por células fotorreceptoras especiales: los conos y bastones. Una vez que estos fotorreceptores transforman la luz en una señal eléctrica, los nervios llevan la señal a tu cerebro, donde ocurren procesos muy complejos y sorprendentes que discutiremos en un experimento posterior.
¿Dónde comienza realmente la visión?
La mejor respuesta sería decir en los fotorreceptores de la retina, los bastones y los conos. La retina, que constituye la parte posterior de cada ojo, está recubierta con aproximadamente ¡90 millones de bastones y 4,5 millones de conos! Estos fotorreceptores reciben sus nombres en gran medida por su forma, y no por sus descubridores (No existen un doctor bastón, ni menos un doctor cono). Sin embargo, en 1935 el Dr. Osterberg contó por primera vez 120 millones de bastones y 6 millones de conos, pero en 1990 ese número se actualiz� con los avances en microscopía.
Tus bastones y conos trabajan bien en conjunto, y eso es bueno para ti. Ambos tienen diversas funciones, capacidades y ubicación en la retina. Los bastones muy buenos para detectar movimiento, especialmente en situaciones de poca luz. Lamentablemente, no pueden percibir colores o el enfoque muy bien. Por suerte, los conos tienen una alta agudeza visual respecto al color y se centran muy bien, especialmente en condiciones de mucho brillo. La mayoría de tus conos se centran alrededor de o en la fóvea misma, que es una pequeña depresión en el centro de la retina. Cuando enfocas tus ojos, por ejemplo para leer o hacer un experimento, la luz que entra al ojo se centra fundamentalmente en la fóvea. La fóvea se compone de alrededor de treinta mil conos especializados que son ligeramente más pequeños que los otros conos. También existen diferentes subtipos de conos: cada uno afinado para absorber mejor una parte diferente del espectro de luz visible: longitud de onda corta (azul), media (verde) y larga (rojo).
A continuación se muestran imágenes de la retina como si estuvieras frente a ella. Cada imagen representa una parte diferente de la retina. Se divide en tres imágenes para facilitar su visualizaci�n, pero en la realidad, las tres imágenes se solaparían. ¿½Podrías determinar cual retina estás viendo? ¿Es la retina izquierda la derecha? ¿Cómo puedes saberlo?
El disco/nervio óptico no tiene bastones ni conos, porque que ya está lleno de nervios que viajan al cerebro. Las arterias suministran sangre fresca y nutrientes al ojo. La fóvea no tiene bastones, pero está llena de conos.
¿Cómo logran los bastones y conos transformar la luz en señales eléctricas? Usan unas proteínas especiales, llamadas opsinas, que convierten los fotones absorbidos por los conos y bastones en señales electroquímicas específicas que son enviadas al nervio óptico y, finalmente, al cerebro. Este proceso se llama Fototransducción y la visión humana tiene cuatro tipo esenciales de opsinas: uno para los bastones y tres para los conos. En los fotorreceptores (los conos y bastones), las opsinas están unidas a la vitamina A (que se encuentra en las zanahorias). La vitamina A actúa como una molécula que absorbe luz; después de absorber la luz su estructura molecular cambia y se separa de la opsina. Al ocurrir esta separación, la opsina genera una señal eléctrica por un proceso bioquímico muy complejo conocido como el ciclo visual.
referencia:http://backyardbrains.cl/experiments/eye